El pasado 1 de octubre de 2025 entró en vigor la segunda fase del Plan de Incorporación de la Metodología BIM en la Contratación Pública de la Administración General del Estado (AGE). Con este hito, conocido como Nivel Medio, se refuerzan las obligaciones técnicas para administraciones públicas y empresas licitadoras, marcando un avance decisivo en la digitalización del sector de la construcción en España.
Este nuevo nivel amplía el alcance de los contratos sujetos a BIM, eleva las exigencias en materia de modelado, gestión de la información y colaboración digital, y consolida el marco normativo basado en estándares internacionales como la ISO 19650.
Los principales cambios normativos
La transición desde el Nivel Inicial al Nivel Medio supone un salto significativo en la madurez BIM exigida por la Administración. Los principales cambios son los siguientes:
– Reducción del umbral económico: los requisitos BIM pasan a aplicarse a contratos con un presupuesto superior a 2 millones de euros (antes 5 millones).
– Uso obligatorio de entornos comunes de datos (CDE): todas las fases del proyecto deberán gestionarse en plataformas colaborativas que permitan la revisión, validación y trazabilidad de la información.
– Mayor nivel de detalle en los modelos: se incrementan las exigencias en términos de LOD (Level of Development) y LOI (Level of Information), incorporando atributos y estructuras más complejas.
– Extensión del alcance a direcciones de obra: los equipos de dirección deberán integrarse en el CDE y participar activamente en la validación y coordinación de modelos.
– Alineación con ISO 19650: los flujos de trabajo deberán seguir esta norma, reforzando la interoperabilidad y la trazabilidad de la información.
– Exigencia de equipos con experiencia BIM acreditada: se requiere personal técnico cualificado para gestionar contratos bajo metodología BIM.
Estos cambios afectan directamente a la preparación de pliegos, la gestión de proyectos y la estructura organizativa de las entidades que participan en la contratación pública.
Continuidades respecto al Nivel Inicial
La segunda fase del Plan BIM mantiene como base operativa varias exigencias ya establecidas en el primer hito, vigente desde abril de 2024. Se mantiene la obligación de entregar modelos en formato IFC, que garantiza la interoperabilidad entre plataformas; la aplicación de nomenclaturas unificadas, como las definidas por buildingSMART Spain, para asegurar coherencia y trazabilidad documental; y la definición precisa de los requisitos de información en los pliegos (EIR, AIR, PIR), fundamentales para alinear objetivos, entregables y responsabilidades entre todos los agentes implicados. Estos elementos continúan siendo pilares esenciales para estructurar correctamente los procesos BIM y asegurar la calidad y consistencia de la información a lo largo del ciclo de vida del contrato.
Para una correcta adaptación al Nivel Medio será necesario apoyarse en estándares consolidados y procesos estructurados.
Riesgos frecuentes en la transición
La adaptación al Nivel Medio suele enfrentarse a una serie de errores recurrentes que conviene anticipar. Entre los más habituales se encuentran la redacción de pliegos poco precisos o con requisitos ambiguos, que generan inseguridad técnica y jurídica; la implantación de CDE sin una gobernanza clara, que provoca duplicidades, pérdida de trazabilidad y conflictos de versiones; la entrega de modelos IFC incompletos o con atributos críticos ausentes, que dificulta los procesos de validación; y la falta de alineación entre los EIR y los BEP, que origina desviaciones entre los objetivos contractuales y los entregables reales. Identificar estos riesgos con antelación y abordarlos mediante procedimientos estandarizados y controles técnicos rigurosos es clave para asegurar una transición efectiva al nuevo nivel de exigencia.
Resultará fundamental planificar la transición de forma estructurada. En líneas generales, las organizaciones deberían revisar pliegos, BEP y roles internos en una primera fase, configurar el CDE y definir flujos de trabajo en la segunda, y validar modelos y entregables en la tercera, garantizando así una adaptación ordenada y eficiente sin comprometer los plazos de licitación ni la calidad técnica.
Estamos viviendo un verdadero cambio estructural en la forma de contratar y gestionar proyectos públicos en España. Las nuevas obligaciones técnicas, la ampliación del alcance contractual y la reducción del umbral económico obligan a administraciones y empresas a dar un paso adelante en su madurez BIM.
Las organizaciones que adopten un enfoque proactivo, apoyado en estándares sólidos y procesos bien definidos, estarán en mejor posición para competir en un entorno regulatorio cada vez más exigente y orientado a la digitalización.
© Copyright BIMPRO.